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Barry Bonds es acusado de perjurio

Barry Bonds es acusado de perjurio

Barry Bonds fue acusado ayer de perjurio y obstrucción de la justicia por presuntamente mentir cuando dijo que no usó esteroides a sabiendas.

La acusación dada a conocer ayer se produjo tras una pesquisa federal de cuatro años para averiguar si el rey de los cuadrangulares mintió bajo juramento a un jurado que investigaba el uso de esteroides entre atletas. De ser declarado culpable, podría ser condenado hasta 30 años de prisión.

“Durante la investigación criminal, se obtuvo evidencia que incluía pruebas (de dopaje) de Bonds y otros atletas con resultados positivos a esteroides anabólicos y otras sustancias para mejorar el rendimiento”, señala la acusación.

El toletero de 43 años es uno de los atletas más famosos en los deportes profesionales estadounidenses, y hace tres meses superó a Hank Aaron como el líder de jonrones de todos los tiempos en Grandes Ligas, y negó de plano cualquier insinuación de que ese hito estaba contaminado por los esteroides. “Esta marca no está manchada en absoluto. En absoluto. Punto”, dijo entonces Bonds.

Hacia el final de la temporada, los Gigantes dijeron al siete veces Jugador Más Valioso de la LN que no lo querían para el año próximo.

Bonds terminó el año con 762 jonrones, siete más que Aaron, y en la actualidad es agente libre. En 2001 impuso el récord de temporada con 73 cuadrangulares.

Mientras el jardinero perseguía el récord de Aaron, un jurado de instrucción trabajaba a puertas cerradas en los toques finales del acta de cargos.

“Estoy sorprendido”, dijo John Burris, uno de los abogados de Bonds, quien se enteró de la instrucción de cargos. “Pero desde hace tiempo están tratando de atrapar a Barry. Tengo curiosidad por saber qué evidencia tienen ahora que no tenían antes”.

El abogado defensor de Bonds, Mike Rains, se negó a hacer declaraciones porque aún no había leído el acta de acusación.

“Sin embargo, va de suyo que no vemos la hora de refutar estas acusaciones infundadas en la corte”, dijo Rains. “Haremos declaraciones más concretas en un futuro muy próximo, apenas tengamos la oportunidad de leer esta acusación cuya redacción tomó tanto tiempo”.

La Casa Blanca reaccionó rápidamente ante la noticia. El presidente George W. Bush es un ex propietario del equipo Rangers de Texas.

“El presidente se sintió decepcionado”, dijo el vocero Tony Fratto. “Puesto que el caso ha pasado al sistema de justicia criminal, nos abstendremos de hacer más declaraciones. Pero evidentemente, es un día triste para el beisbol”.

El ex presidente del bloque republicano del Senado, George Mitchell, quien investiga el consumo de drogas en el béisbol, se negó a hacer declaraciones. Lo mismo hizo el vicepresidente del Salón de la Fama, Jeff Idelson.

La acusación señala que Bonds mintió cuando dijo que no sabía que las sustancias que le dio su ex entrenador Greg Anderson eran esteroides. Además negó haber usado esteroides en cualquier momento en 2001 cuando quebró el récord de jonrones de una temporada.

También es acusado de mentir cuando dijo que Anderson nunca le inyectó esteroides.

“Greg no haría eso”, testificó Bonds en diciembre de 2003 cuando le preguntaron si Anderson le dio alguna droga que tenía que ser inyectada. “El sabe que yo me opongo a eso”.

Bonds es la más conocida de las figuras abarcadas por la investigación del gobierno, iniciada en 2002 con el allanamiento del laboratorio farmacéutico BALCO, productor de suplementos dietéticos, que se encuentra en el centro de una banda de distribución de esteroides.

Las denuncias de consumo de drogas para mejorar el rendimiento persiguen a Bonds desde hace años. El hijo de un ex astro de las ligas mayores, Bobby Bonds, Barry inició su carrera en 1986, como un ágil jardinero de los Piratas de Pittsburgh que se destacaba por robar bases.

Para fines de los 90, su peso había superado los 108 kilos (240 libras) e incluso su cabeza se había agrandado de manera visible. Con su crecimiento físico vino un aumento notable de su potencia.

Los rumores de la acusación circulaban desde hacía más de un año.

En julio de 2006, el fiscal federal de San Francisco tomó la decisión inusual de anunciar públicamente la investigación.

 

visto en El Siglo de Torreon

 

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