Levanta polémica
El jardinero de los Medias Rojas de Boston, Manny Ramírez, habla claro con su boca, pero también lo hace con el bate a la hora buena frente a los Indios de Cleveland
CLEVELAND -- Cuando su batazo al jardín central quedó en sencillo en vez de un jonrón, Manny Ramírez se agitó. Demostró que le importaba.Al día siguiente que sacudió el avispero con unos comentarios de que ganar la Serie de Campeonato de la Liga Americana no era tan significante, el cuarto bate de los Medias Rojas entró en una discusión con los umpires, aunque su reclamo no sirvió de nada.
Ramírez debió conformarse con un sencillo que viajó 390 pies, en vez de un jonrón de dos jonrones. Total no incidió de más. Los Medias Rojas vencieron 7-1 a Cleveland el jueves, para ponerse 3-2 en la serie y obligando que la misma se traslade a Boston con un sexto juego el sábado.
Quizás algunos aficionados en el Fenway Park lo abuchearán por sus comentarios, dichos de manera casual el miércoles durante una de esas pocas entrevistas que concede, y por haber salido a cámara lenta de la caja de bateo tras su batazo en el quinto juego.
"Si sale mal ... ¿a quién le importa? Tenemos el próximo año y lo intentaremos otra vez. No es que sea el fin del mundo", dijo Ramírez el miércoles.
Lo más probable es que los seguidores de Boston aplaudirán su sobresaliente desempeño en la postemporada, con un promedio de bateo de .471 con dos jonrones y ocho impulsadas.
Horas antes del juego, el manager Terry Francona tuvo que minimizar el significado de las frases de Ramírez.
"Tengo la impresión de que Manny está diciendo 'oigan, estamos bien', porque un tipo que se presenta (a jugar) después de haberse levantado a las cinco de la mañana a batear, ése el tipo de acciones que realmente me importan", dijo Francona.
Ramírez ha adoptado la costumbre de quedarse a admirar sus batazos de jonrón. Lo hizo el miércoles, pavoneándose cuando un cuadrangular solitario redujo a cuatro carreras la desventaja de Boston.
El sábado, tras conectar su batazo contra C.C. Sabathia, Ramírez arrancó al trote hacia la inicial y se quedó ahí creyendo que la pelota se había llevado la cerca. David Ortiz, quien había recibido un boleto, anotó fácilmente para una ventaja 2-1 mientras Ramírez hacía gestos de enfado por la decisión de los umpires.
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