La experiencia vale
Los Diamondbacks esperan que el veterano abridor cubano Liván Hernández pueda detener a los Rockies en el Juego 3 el domingo.
DENVER -- El cubano Liván Hernández podría estar lanzando su último partido para los Diamondbacks de Arizona en un momento en que lo necesitan más que nunca.
Hernández tendrá la pelota en el montículo el domingo cuando los Diamondbacks, con una desventaja de 2-0 en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, visiten a los Rockies de Colorado.
Los Rockies estarán de vuelta en su campo del Coors Field, pero los Diamondbacks tendrán en la lomita a su lanzador más experimentado en partidos de postemporada.
"Siempre es una ventaja cuando uno cuenta con tipos que han lanzado grandes partidos o que han tenido grandes actuaciones bajo cualquier tipo de presión", señaló el primera base de los Diamondbacks, Tony Clark.
"El ya ha estado allí y lo ha hecho, y no hay muchos peloteros con los que yo me sentiría más cómodo de enviarlos a la lomita para el tercer partido", agregó.
Diamondbacks obtuvo a Hernández en un cambió con los Nacionales de Washington en agosto del 2006. El contrato del cubano de 32 años expira al terminar esta temporada, y existen rumores de que el equipo no está interesado en recontratarlo.
"Ahora mismo no sé si me quedaré o me iré. Pero ahora estoy realmente contento con la organización. Es una organización de clase, y todos tratan a las personas de una manera profesional. Habrá que ver qué ocurre", dijo el serpentinero cubano.
Hernández tuvo foja de 11-11 con promedio de carreras limpias admitidas de 4.93 en esta temporada, pero fue por mucho el mejor abridor de Arizona ante los Rockies, con una foja de 1-0 con 1.54 de promedio de carreras limpias en cinco aperturas frente a Colorado en 35 entradas.
El piloto Bob Melvin considera que Hernández es "el único pelotero que tenemos que auténticamente tiene un historial en la postemporada, un muy buen historial".
En 1997, en su temporada de novato, Hernández, que lanzaba para los Marlins de la Florida, fue nombrado el Jugador Más Valioso de las Series de Campeonato de la Liga Nacional y de la Serie Mundial, y su victoria sobre los Cachorros de Chicago en el tercer partido de la serie divisional le ayudó a mejorar su foja a 7-2 en postemporada.
Suele irritar a los bateadores contrarios con una amplia gama de curvas y cambios de velocidad, y con algunos lanzamientos de velocidad no tan potentes mezclados entre ellos.
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