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Un año que el beisbol debe olvidar

Un año que el beisbol debe olvidar

Desafortunadamente se escribe más de lo que sucede afuera de los diamantes, que los logros de sus peloteros en las Grandes Ligas

CIUDAD DE MÉXICO, México, dic. 2007.- Hablando de beisbol el 2007 seguramente no será recordado por el récord histórico de cuadrangulares de Barry Bonds (al superar a Hank Aaron con 756 jonrones), ni por el título de los Medias Rojas de Boston que se llevaron por “limpia” en la Serie Mundial ante los Rockies de Colorado, ni tampoco quedará en el recuerdo de los aficionados la espectacular campaña que logró el toletero de los Yanquis, Alex Rodriguez.

El año que está a punto de concluir pasará a la historia como uno de los peores en la historia de las Grandes Ligas, al salir a la luz el llamado informe Mitchell en donde se involucran a varios peloteros en el consumo de sustancias prohibidas. 2007 pone en duda a algunos de sus jugadores y al deporte en sí.

George Mitchell, un ex líder de la mayoría demócrata en el Senado, finalmente presentó el informe encargado por las Grandes Ligas y el libro de más de 409 páginas no pudo ser más duro.

El impacto inmediato ha sido devastador, porque en el texto aparecen nombres como los del propio Bonds, Roger Clemens, Andy Pettite, Miguel Tejada, entre otros; la mayoría de ellos peloteros en activo y en el caso del “Rocket” un jugador que deberá estar en el Salón de la Fama, pero ante esta situación su “inmortalidad” se pone en duda.

Dentro de los beisbolistas mexicanos aparece el nombre de Ismael Valdés, quien actualmente se encuentra en el retiro.

"El uso ilegal de sustancias para mejorar el rendimiento constituye una seria amenaza a la integridad del deporte", menciona parte del informe de Mitchell. "El consumo generalizado de esas sustancias pone en desventaja injusta a los jugadores limpios que se resisten a usarlas y pone en tela de juicio la validez de los récords en el beisbol".

Mitchell, reconocido por su papel de mediador en el conflicto de Irlanda del Norte, repartió la culpa a todos los actores, desde el comisionado Bud Selig hasta los jugadores.

El nombre de Barry Bonds que apareció en la lista de casi un centenar de jugadores involucrados en consumo de drogas, no generó ninguna sorpresa.

El pelotero de los Gigantes afronta problemas mayores que la realidad de que se quedará sin encontrar equipo para la próxima temporada. Con un juicio por perjurio y obstrucción a la justicia encima, Bonds podría verse tras las rejas.

Seguramente en el caso de Roger Clemens tendrá que olvidar su ingreso al Salón de la Fama, tras darse a conocer que ha consumido sustancias prohibidas, a los 45 años de edad logró triunfos con los Yanquis de Nueva York, esta temporada.

El estelar pitcher niega rotundamente el haber consumido sustancias prohibidas. El ídolo de muchos aficionados estadounidenses, ha dejado en entredicho sus números.

Alex Rodriguez, pelotero quien a sus 32 años de edad se convirtió en el más joven en superar la barrera de los 500 cuadrangulares y se consolida a ser la nueva figura del beisbol de las Grandes Ligas. No aparece en el informe Mitchell y esto le da credibilidad a su trayectoria. El único inconveniente que tuvo el tercera base fue declararse en agente libre mientras se disputaba la Serie Mundial.

Alex Rodriguez tuvo que “tragarse” sus palabras ya que ninguna novena le pudo ofrecer un multimillonario contrato, por lo que tuvo que regresar a los Bombarderos del Bronx a cambio de 275 millones de dólares, el máximo contrato en la historia de las Mayores.

Actualmente el Comisionado de las Grandes Ligas, Bud Selig, no se ha pronunciado con respecto a las repercusiones que habrá para los peloteros involucrados en el informe Mitchell, sobre todo con aquellos en activo.

A cuatro meses de que inicie la temporada 2008, lo único seguro que hay en el beisbol, es que el diamante ha dejado de brillar y se ha formado un mar de dudas en torno a los parques de pelota.

Los logros en el diamante se apagaron

En el terreno de juego, los peloteros se entregaron al máximo, tal y como lo demostraron los Medias Rojas de Boston quienes con David Ortiz, Manny Ramírez y Mike Lowell llevaron el peso del equipo para conseguir su segundo “Clásico de Otoño”, en las últimos cuatro años.

En el pitcheo Josh Beckett y Jonathan Papelbon y una camada de talentosos novatos (Dustin Pedroia y Jacoby Ellsbury), los Medias Rojas tienen los recursos deportivos, sin contar los monetarios, para reinar durante largo rato.

La presencia de los Rockies en la Serie Mundial fue una de las tantas sorpresas del año. Desahuciados cuando quedaban dos semanas para el final de la campaña regular, incluso a un strike de quedar fuera, Colorado se embarcó en una racha imparable de triunfos que incluyó sendas barridas en las series de postemporada del Viejo Circuito.

Mientras los Rockies no paraban de ganar, los Mets de Nueva York simplemente no sabían como evitar sufrir derrotas y le obsequiaron el banderín a los Filis de Filadelfia. Al frente del Este de la Liga Nacional con siete juegos de diferencia, faltando 17 partidos por disputar, el equipo de la Gran Manzana tuvo un colapso histórico y quedó fuera de los playoffs.

Ningún equipo en la historia había regalado semejante margen tan cerca del final, pero ese era el estigma que perseguirá a los Mets, quizás toda la vida.

El jonronero de Filadelfia Jimmy Rollins, la bujía de los Filis, recibió el premio al Jugador Más Valioso de la Nacional.

Jake Peavy, el as de los Padres de San Diego que ganó la triple corona de pitcheo (ganados, efectividad, ponches), fue el Cy Young de la Nacional, mientras que C.C. Sabathia (Indios de Cleveland) lo hizo en la Americana.

Los novatos del año fueron Ryan Braun (Milwaukee) en la Nacional y Pedroia (Boston) en la Americana, mientras que Bob Melvin (Arizona) fue el manager del año en el Viejo Circuito, y Eric Wedge (Cleveland) en el Nuevo.

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